Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua.
¿Encontraría a la Maga? La busco, me buscan, os busco… Empezando una nueva sección. La que siempre estuvo de fondo, como una luna en el agua, la que espero encontrarme en el puente -mirando peces -… Hoy la Maga es más Maga: más perdida y más buscada. Hoy la Maga se ahoga y huele a perfume viejo…
Ha muerto Paul Newman. Era algo que se esperaba, desde que el propio actor anunció este verano que padecía un cáncer terminal de pulmón y se retiraba a morir con los suyos, como Carlos V en Yuste. Hoy estoy triste. Sé que parece una estupidez entristecerse por la muerte de alguien a quien no conocemos, con quien nunca hemos intercambiado una palabra o hemos visto en persona; pero Newman es en parte responsable de que el cine sea una de mis pasiones.
Desde que en el Instituto comencé a ver sus películas (gracias la mítica colección de VHS de El Mundo) me quedé enganchada a sus hipnóticos ojos azules, a su sonrisa y a su imponente presencia física. Me gusta este actor por encima de cualquier otro. Era único, desde que vi su Gata sobre un tejado de Zinc he soñado varias veces que un borracho adorable golpeaba mi alma reseca con sus muletas. Hoy ha sido un día de esos en que se me quiebra el alma. Así es como se empieza a amar a los mitos y eso es también lo que pasa cuando una soledad se instala en tí para siempre.
Ahora además sé que es un buen actor, que era un hombre al que sus compañeros de profesión valoraban por su coherencia, su integridad y su afán de superación. Estoy deseando ver las películas que ha dirigido, descubrír sus proyectos solidarios y saber algo más sobre su sólido matrimonio con Joanne Woodward y sobre los periodos más trágicos de su vida, como la muerte por sobredosis de su hijo Scott. Aunque hace siglos que no veo una película suya, y aunque en el fondo, muy en el fondo de mi corazón, reconozco que hay otros que, tal vez, trabajaran mejor. Newman es Newman. Uno no elige a qué muertos llorar…
¿Y ahora qué? Pues seguiré pensando que estaba por encima de los demás, que tenía la mirada más bonita y azul que nos ha dado el cine y que no creo que en mi alma quepan más actores míticos. En cierta forma me siento en deuda. Gracias a él, he disfrutado de horas inolvidables.
Afortunadamente me quedan sus películas. Esta misma noche le rendiré tributo y me pondré alguna buena película suya: El golpe, La gata sobre el tejado de Zinc, Marcado por el odio, El buscavidas... Es la suerte que tienen los mitos, a ellos podemos volver cuando queramos, ellos sí han alcanzado la inmortalidad. La memoria no se cansa de repetir y repetir.
Pd: Os presento a mi Kyro: “el gato sobre la colcha guatemalteca”. Morir y nacer, sin descanso. ¿A qué es lindo?
Si existiera un centro en Europa, para mí sería este lugar. Veo cómo lo mejor y lo peor de nosotros mismos se transforma en pintura chillona y viejo cemento armado. Como decía Lars Von Trier: “Esto es Europa”. Esa soy yo. Ese eres tú. El que está al otro lado.
No te vayas, no te quiero ver.
Nos pasamos el tiempo construyendo muros e intentando derrumbarlos… ¿podríamos dejar de hacerlo?